CONGREGACIÓN HERMANAS FRANCISCANAS DE LA NATIVIDAD
Los Centros Asistenciales tienen sus raíces en la Causa Pía que fundó Francisco Darder, y en las primeras Darderas, que atendieron a las enfermas del Hospital General de la Santa Cruz. Desde 1731, hemos vivido la práctica del servicio a los más necesitados, desde la atención humana centrada en la persona.
Con ese espíritu, dirigimos este proyecto solidario hacia todas aquellas personas que, con su compromiso social, deseen contribuir voluntariamente a la mejora de la calidad de vida de las personas necesitadas.
Un voluntario es aquel que, por elección propia y sin esperar nada a cambio, dedica una parte de su tiempo libre a realizar una acción al servicio de otros. En este caso, su actividad se dirige a complementar la intervención del equipo asistencial y de la familia en nuestros centros, sin sustituir, en ninguna circunstancia, las funciones y tareas de los profesionales responsables.
Buscamos personas comprometidas y motivadas, con los siguientes rasgos característicos: discreción y respeto; confidencialidad; equilibrio emocional y actitud empática; paciencia y constancia; amabilidad e intuición; capacidad para escuchar y comunicarse de forma asertiva; gusto por la cooperación y el trabajo en equipo.
Nuestro reto es el de ayudar a las personas mayores a vivir con serenidad esta etapa de su vida y acompañarlas en el paso final de su recorrido.
Objetivos de este proyecto:
Mejorar la atención integral y la calidad de vida de las personas necesitadas.
Crear y suscitar estímulos para salir de la pasividad a la que tan frecuentemente se sienten inclinadas las personas mayores.
Favorecer el modelo de atención personal y humana en todas sus dimensiones.
Tareas del voluntariado:
Promoción de las relaciones interpersonales.
Fomentar la comunicación.
Colaborar con el equipo asistencial para un soporte emocional óptimo y próximo.
Potenciar los procesos de información y relación con el entorno para las personas mayores.
Acompañar durante las actividades lúdicas