Aquí tenéis la experiencia de voluntariado de José Milton Siacari:
El trabajar y convivir con niños, niñas y jóvenes adolescentes en situaciones problemáticas implica tener capacidades personales muy humanas.
El ser voluntario como facilitador y educador de procesos de formación en el área socio afectiva, emotiva y humana, me lleva a crecer más como humano y profesional, en el sentido de conocer, saber y actuar (intervenir) con una población vulnerable de niños y adolescentes con diferentes problemas: de aprendizaje, disfunción familiar, introversión, relaciones sociales dañinas, baja autoestima y otros.
El trabajar y convivir con los niños y jóvenes adolescentes, en situaciones problemáticas, implica tener capacidades personales muy humanas, desde ser: empático, social, asertivo, comunicativo, toma de decisiones positivas, trabajo en equipo, capacidad de escucha, entre otros; este tiempo que llevo como voluntario en el Centro Vicente Cañas, de la Fundación Uramanta (Bolivia), ayudo a madurar algunas de esas capacidades ya mencionadas, sin embargo, en el proceso mismo de trabajar con ellos, sigo aprendiendo y creando nuevas formas (metodologías) de tratar con ellos.
La motivación que me llevo a ser voluntario como facilitador y educador en el Centro es el gusto de trabajar con este tipo de población, tener sensibilidad humana y social ante futuros riesgos en las que podrían caer los niños, tener empatía y liderazgo para promover espacios de formación y prevención contra todo tipo de violencia.
En la medida que disponga (de acuerdo al tiempo personal) estoy dispuesto a coadyuvar y ayudar en el Centro, ya que acoge a niños y adolescentes jóvenes con diferentes situaciones problemáticas.
http://cvc.uramanta.org/
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